En los enfoques constructivistas sociales del coaching, como la Práctica Narrativa o Centrada en Soluciones, asumimos que no podemos mirar a nuestros clientes fuera de su contexto. No podemos pretender que sean “islas”, mónadas, átomos, individuos sin conexiones con su contexto. Su contexto consiste en las interacciones que tienen con otras personas, las historias que cuentan y el lenguaje y los conocimientos que asumen como “normales”.
Esa es la teoría, pero ¿cómo podemos integrar estos contextos en nuestro coaching? Aquí hay algunas ideas:
Preguntas de cambio de perspectiva
“Si avanzaras hacia tu futuro preferido, ¿quién lo notaría? ¿Qué notaría?”
Las preguntas de cambio de perspectiva hacen dos cosas: ayudan a describir pequeñas diferencias observables hacia el futuro preferido, por ejemplo, “Mi pareja notaría que estoy sonriendo por la mañana”. También sitúan la descripción del estado deseado dentro de una red de interacciones y relaciones. Cuando algo cambia para mejorar, no solo el cliente “mejorará”, sino también las interacciones a su alrededor.
Preguntas sobre las “historias dominantes”
“¿Qué le da poder a este problema?”, “¿Qué tipo de visión del mundo podría haber sido reclutada por usted y otros en ese…”
En la práctica narrativa, el concepto de “historias dominantes” supone una multiplicidad de historias que se pueden contar sobre cualquier situación. Nuestro objetivo es ayudar a las personas a contar sus historias de “maneras que las hagan más fuertes”. A veces, el contexto de un cliente comparte una historia dominante que desempodera a nuestros clientes. Por ejemplo, el contexto de una mujer asertiva podría compartir la suposición de que “ser asertivo” no es “femenino”. El cliente podría sufrir interacciones que desestiman sus contribuciones. Preguntar “qué le da poder a este problema” emite una invitación a mirar la “historia dominante” que es difícil y desempoderadora para el cliente. Podríamos seguir invitando al cliente a explorar qué relación quiere tener con esta historia dominante: resistir, integrar, corregir, etc. y qué historias diferentes le gustaría contar sobre sí mismo. ¿Qué diferencia generaría esta historia y cómo podrían responder los demás a “vivir en esta historia”?
Si desea explorar movimientos de coaching como estos, ¿por qué no viene a nuestros encuentros e intercambios semanales gratuitos?