Todos los años enseño “la teoría del enfoque sin teoría” en un instituto centrado en soluciones y, como parte de ese taller, suelo hacer una demostración de coaching. Este año, los participantes se sorprendieron mucho con mi enfoque de coaching de “estilo libre” (en sus palabras). Eso me hizo pensar en la “estructura” y el “flujo libre” de una conversación de coaching.
Por qué una estructura es útil para una conversación de coaching
Una conversación de coaching se centra en el cliente y su experiencia. El coach está completamente presente, pero descentrado. El trabajo del coach es tener en mente lo que el cliente quiere de la sesión y ayudarlo a encontrar una manera de pensar en cómo avanzar de la forma más sencilla posible. Estructurar la conversación facilita mucho esta tarea.
Qué debes hacer para encontrar una estructura útil en el coaching
A continuación, se indican algunas cosas que debes tener en cuenta al realizar coaching:
Por qué una estructura puede obstaculizar una conversación de coaching
Verá que en realidad solo hay 4 cosas que tener en cuenta; sin embargo, en muchos enfoques de coaching, a las personas se les enseña primero una estructura más elaborada de la conversación. Los coaches principiantes intentan seguir esa estructura y, a veces, sienten que no son buenos coaches si la estructura no se adapta perfectamente. Como los clientes no conocen esa estructura, los coaches comienzan a tener dificultades en la conversación: "¡Pero esto no salió como se suponía!". Alerta de spoiler: las conversaciones de coaching rara vez salen como se "planeó". Mi consejo sería empezar con una estructura y luego experimentar estando presente en la conversación en cuestión, volviendo a la estructura en asociación con su cliente hasta que pueda improvisar dentro del marco.
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