¿Tienes demasiado que hacer? ¿A veces no sabes por dónde empezar? ¿A veces pierdes la visión de conjunto y todas las cosas pequeñas, medianas y grandes amenazan con enterrarte como una avalancha? Si no, ¿podrías escribirme para que pueda compartir tu secreto con el mundo?
Generalmente tengo mis cosas en orden: ordeno las tareas por “importante/no importante” y “urgente/no urgente”, tal como nos enseñó el Sr. Covey y me siento muy virtuoso cuando lo hago. Empiezo con lo urgente e importante, y la mayoría de las veces llego a lo importante y no urgente de vez en cuando, lo que deja: las cosas pequeñas. Y luego se van acumulando: llevar la contabilidad, pagar las facturas, poner las cosas en su sitio, responder a un breve correo electrónico, clasificar mi correo postal (¿quién diablos inventó ESO?)... Probablemente conozcas todas las pequeñas tareas molestas que se acumulan y acumulan y acumulan. Lo que sí me ayudó fue ponerlas todas en su proyecto respectivo (uso un programa llamado Asana para eso, se dice que Trello también es bueno) para poder al menos agruparlas y no tener que perder tiempo cambiando el foco entre proyectos. AÚN ASÍ, todavía hay DEMASIADO por hacer. Así que inventé un día de santo especial. El día del "Santo de las pequeñas cosas". En este día, haría tantas de las pequeñas tareas como pudiera y me sentiría orgulloso y productivo. Cosas que se hicieron: cosas que volvieron al sótano, donde pertenecen, papeles escaneados y ordenados, correo postal enviado, pequeñas traducciones hechas, videos producidos y subidos, masa madre, cocina limpia, correos electrónicos respondidos, certificados enviados, muchas cosas delegadas a otras personas... y vaya si se sintió bien, marcar una cosa tras otra.
Mi amiga Evelyn hace algo similar: me contó sobre su "noche de procrastinación" semanal donde ella y su pareja hacen todas las cosas que han estado posponiendo durante la semana. ¡Qué gran concepto!
¿Por qué les cuento todo esto? Bueno, porque soy entusiasta.
Y tuve una idea para los líderes de equipo: ¿Qué tal iniciar un día mensual de "Santo de las cosas pequeñas", o una "Hora de logros del tamaño de una hormiga" semanal para todo el equipo?
¿Cómo lo haces? Si tienes un secreto de productividad, ¿por qué no lo compartes con un grupo de maravillosos coaches en una de nuestras reuniones o aprendes de ellos? También ofrecemos un curso breve sobre coaching de equipos en el que puedes hablar y aprender muchas herramientas valiosas para ayudar a un equipo a alcanzar su máximo potencial.
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