En el coaching de liderazgo, a menudo se nos pide que ayudemos a los líderes a influir en otras personas: sus superiores, sus subordinados directos, otras partes interesadas, etc. Ahora sabemos que necesitamos un objetivo de coaching que esté bajo la influencia del cliente para poder proceder. El comportamiento de otras personas normalmente no entra en esa categoría :-). Entonces, ¿qué podemos hacer para ayudar a los líderes a pensar en sus desafíos de liderazgo? Aquí hay algunos consejos:
No evite preguntarles qué deberían hacer otras personas de manera diferente
Suena contra-intuitivo preguntarle al líder qué quiere que hagan otras personas de manera diferente, ya que no es algo en lo que pueda influir directamente. Sin embargo, la mayoría de las veces el líder sabe lo que no quiere en el comportamiento de los demás, por ejemplo: "John nunca entrega a tiempo. Estoy harta de tener que recordárselo todos los días...". Preguntar sobre: "¿Qué le gustaría que John hiciera de manera diferente?" ya puede ayudar a crear una imagen positiva sobre lo que se desea. Una vez que eso esté claro, puede continuar preguntando sobre las ocasiones en que John entregó a tiempo.
Pregunte sobre las diferencias en el comportamiento del líder cuando apareció el comportamiento deseado
Puede usar la descripción de lo que John estaba haciendo para preguntar sobre las acciones del cliente: "Entonces, cuando John entregó a tiempo, ¿qué hizo de manera diferente?" o "¿Qué notó John sobre usted durante ese tiempo que podría haberle indicado que necesita ser puntual?". De esa manera, el líder puede reflexionar sobre su propia influencia en la situación y es una transición muy natural hacia lo que el líder podría experimentar (que esté bajo su influencia).
Colabore en descripciones detalladas de un próximo experimento
Una vez que el líder haya descrito cómo tiende a actuar cuando su personal muestra el tipo de comportamiento que es más propicio para un entorno de rendimiento y amistoso, puede colaborar para diseñar un experimento concreto: "¿Cuándo es la próxima vez que necesita que John sea puntual con su entrega?". “¿Qué podría notar en ti que le indique que debe llegar a tiempo?” “¿Qué podrías decir, hacer, comunicar de alguna otra manera…” Es útil obtener descripciones realmente concretas, casi como un ensayo del futuro.
En realidad, todos queremos que otras personas cambien (la mayor parte del tiempo); esta técnica también es útil para el autoentrenamiento. Mi ejemplo favorito es cuando descubrí que tenía una influencia en tener mañanas tranquilas. Mi esposo no es una persona madrugadora y yo me despierto con los ojos brillantes y la cola tupida. Puedes imaginarte a qué puede llevar eso… Cuando un estudiante me entrenó en una sesión de práctica sobre ese tema, descubrí que las cosas son mucho mejores después de una taza de café para mi esposo. E incluso al darme cuenta de que me estaba pateando el trasero (no quería darme cuenta, pero lo hice). Ahora él recibe una taza de café a primera hora, todas las mañanas, y la mayoría de las veces con leche al vapor encima. ¿Puedo cambiar a mi esposo? No. ¿Puedo cambiar la situación para que tengamos una mañana tranquila? Sí.
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