En muchas escuelas de coaching o cursos de liderazgo te enseñan a NUNCA preguntar por qué. Conducen a:
A continuación, se incluye un ejemplo:
Tada – de un problema simple: “Cómo hacer una presentación más cómoda” – nos hemos metido en un callejón del que será difícil salir. Malo para el cliente, bueno para el bolsillo del entrenador o terapeuta.
En las escuelas de ingeniería mecánica u otros dominios técnicos la pregunta “¿por qué?” tiene mucho más éxito. Existe la técnica de los 5 por qué que invita a llegar a la causa raíz de un problema técnico. Los problemas técnicos tienen la ventaja de que ocurren en un sistema mucho más restringido que el complejo sistema de relaciones humanas. En sistemas “complicados”, se puede discernir de manera significativa causa y efecto:
Aprendizaje: arregla la rueda, no andes en bicicleta sobre vidrios rotos
Pero, ¿HAY buenas preguntas de “por qué” en liderazgo y coaching? Estaba hablando de esto con un grupo de “Fundamentos del coaching” y se nos ocurrieron algunos ejemplos muy buenos:
Algunas preguntas de “por qué” se refieren a “tus buenas razones” o tu motivación para hacer las cosas. En realidad, son más preguntas de “para qué” que de “por qué”. Invitar a las personas a pensar en lo que hace que sus proyectos sean valiosos es una muy buena dirección que los entrenadores y líderes pueden tomar 😊
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